domingo, 10 de abril de 2011

¿Condones con o sin amor?

Esta semana he estado inmersa en historias de varias de mis amigas, en las que, tienen relaciones sexuales sin amor, y, por supuesto, cada una tiene su forma de verlo. 

Para empezar, os contaré la historia de Sweet y un chico con el que se lleva viendo desde hace varios meses, el es un chico (como diría ella) "gostoso", de 29 años, madrileño y empresario. Se conocieron una noche de casualidad mientras andaban cada uno en la misma dirección pero en sentidos opuestos, se gustaron y se dieron los números. El la llamó pasada una semana y quedaron las primeras veces a tomar algo por la zona más chic y multicultural del centro de la gran manzana española. Tras romper el hielo en estas primeras citas con conversaciones interminables y besos robados a altas horas de la madrugada, pasaron a la segunda fase; quedaron en la casa del "gostoso" y, (a diferencia de lo que nos cuentan los cuentos de hadas) tuvieron sexo. Fue algo muy bueno (por lo que ella me contó), el patrón de comportamiento se repitió así durante varias semanas, hasta que ella, una noche se paró a pensar en su cuarto tras una larga y extenuante sesión de sexo, que él solo la quería para tener sexo, que no hablaban de nada en especial, que no se interesaba por su vida y sus gustos, que no salían nunca a tomar algo o a cenar, etc.... Así que, cogió su móvil, marcó su número y concertó otra cita para un par de días más tarde, ese día llegó y ella lo sentó y le dijo lo que pensaba y sentía, le dijo que no era (una vagina andante) un trozo de carne y dio por zanjada la relación sexual convirtiéndola solo en una amistad. Después de eso han quedado en un par de ocasiones para desayunar y almorzar y "gostoso" se ha encargado muy bien de cumplir con su papel, interesándose por sus cosas y dejándole caer alguna que otra punta para volver al estado inicial pero esta vez con más consideración por su parte, así que ella se está haciendo la dura pero me da en la naríz que volverá a caer entre sus sábanas de algodón..... 

{Moraleja de este cuento, sexo sin amor si, pero con amistad también}





Luego está una historia de hace algunos meses de mi queridísima twin-two, que, tras conocer a un chico un poco "agripado" en una fiesta de amigos en común, empezó a quedar con el para ir al cine, dar paseos, ir a tomar algo de vez en cuando, etc.... Y...... como no puede ser de otra forma, tenían sexo esporádico entre salida y salida, el era un chico muy simpático, que en principio, parecía que le importaba mi amiga y la trataba muy bien. Pero la pesadilla empezó cuando pasó de tratarla muy bien e interesarse por ella a obsesionarse y querer quedar todos los días, verla a la salida del trabajo, ir con ella a eventos a los que él no estaba invitado, darle muestras de amor y afecto delante del mundo entero, llamarla casi cada día, escribirle por las redes sociales y el messenger cada noche...... incluso en Navidades, le preparó un regalo muy especial que guardó en su casa esperando al momento oportuno para poder dárselo...... 
Todo esto lo denomino como pesadilla, porque, en incontables ocasiones ella tuvo conversaciones con él, donde, con mucho tacto le explicaba que ella no quería nada serio, que eran amigos que de vez en cuando tenían sexo, pero no le podía ofrecer nada más, y el asentía con la cabeza, con la voz y con las teclas del ordenador cada vez que ella le decía lo mismo. 
La pompa de mierda explotó un día cuando él abandonó una fiesta en un lugar de la ciudad, para desplazarse al punto opuesto de la misma, en taxi, solo para verla y besarle, cuando ella le había pedido que no se personificase en su fiesta, que era noche de chicas y sólo quería estar con nosotras, sus amigas. Al verlo, su cara se tornó roja de ira y de forma lo más contenida posible le pidió que se fuera y que al día siguiente hablarían. Y así lo hizo, al día siguiente lo llamó y (lo mandó a la mismísima mierda) le dijo que todo se había terminado, que no podían tener ningún tipo de relación debido a su comportamiento. 

{Moraleja de este cuento, sexo sin amor si, y sin amor de ningún tipo}





Otra de las historias que he estado viviendo con mis amigas últimamente, trata sobre Spicy y un australiano que ya hemos nombrado en otra entrada, el chico, después de hacer un par de desplantes a mi amiga, se ha reformado y la trata mejor, le dice para quedar de vez en cuando y ver películas (a mi gusto malas) americanas en su casa por la noche, y como le advertí, una cosa ha llevado a la otra y han terminado (magreándose) jugando al parchís después de que las películas terminaran. Ella realmente quiere tener (mucho) sexo con él, pero lo mantiene hasta ahora en el banquillo porque me cuenta que no es capaz de tener sexo con alguien que no se muestre al menos un poco interesado por ella y que le demuestre que la respeta como persona y como "posible amiga", por lo que el chico en cuestión está en periodo de prácticas hasta que se moje el culo y coja las lapas que le hacen falta para fabricarse un preservativo que sea dulce y tierno con ella cuando lo tenga que ser. 

{Moraleja de este cuento, sexo sin amor si, pero no sin respeto}




Y por último, esta historia le pasó anoche a una amiga de una amiga en la fiesta a la que asistí que ya os había avisado la semana pasada. 
Una chica a la que llamaremos "Celeste" (por el color azulado de su vestido más que nada), se presentó en la fiesta que os digo preparada para matar a más de uno de amor, con un precioso vestido estilo romano azul, unos zapatitos de tacón grises y un collar estilo egipcio del mismo tono del vestido y los zapatos. 
Fue presa de todas las miradas masculinas de la fiesta y de las femeninas también, de lo preciosa que iba. 
Por lo que mi amiga me cuenta, iba con la intención de llevarse a alguno al huerto (a besarlo y sentirlo en su garaje) a plantar corazoncitos de colores. Y, tras varias horas de fiesta, lo consiguió, se besó con uno de los chicos más guapos  de la fiesta, que daba la casualidad que era de su mismo lugar de origen, el chico, que viendo la cantidad de alcohol que ella tenía en sangre (lo borracha como una cuba que estaba), le invitó a ir a una habitación que tenía por allí, donde se estaba quedando para ver a una amiga suya. 
Fueron a la habitación y tras poner música en el ordenador de su grupo favorito, la tumbó en la cama, la fue besando y desnudando al mismo tiempo, le pidió un preservativo, se desnudó él e hicieron el acto de procrear (follaron como conejos). 
En un momento en el que, aparentemente "Celeste" recuperó la conciencia entre gemido y gemido, le pidió ir al baño un momento, se dio cuenta de lo que estaba haciendo, pensó en el chico que realmente le gustaba y que no estaba en la otra habitación, y presa del pánico volvió a la habitación, recogió su ropa, se vistió, le dijo al chico como disculpa que era muy tarde y tenía que reunirse con mi amiga y lo dejó desnudo, con el preservativo puesto más solo que la una y con un calentón del quince. Al entrar de nuevo a la fiesta comenzó a llorar y a arrepentirse de lo que había hecho, se lo contó todo a mi amiga, llamó a un taxi y desapareció en medio de la noche. 
A día de hoy no sé como está la pobre "Celeste" o si se ha mudado a otro país, pero lo que sí sé por lo que me ha dicho mi amiga es que lo ha calificado como un error y no piensa volver a repetir la experiencia. 

{Moraleja de este cuento, sexo sin amor no, con amor si} 





Yo, por mi parte os digo, que no me gusta el sexo sin amor, es algo que considero vacío y que prefiero poder mirar a los ojos a la otra persona y disfrutar sabiendo que él también disfruta de ese placentero momento sólo conmigo. 





domingo, 3 de abril de 2011

Una verdad vergonzosa

¿Porqué será que las mujeres siempre esperamos al príncipe del cuento?
Conozco a chicas de mi edad solteras que buscan un amor para siempre, incluyendo a servidora; un amor que se te meta en los huesos, alguien que esté ahí para siempre, un alma gemela, la media naranja para el zumo matutino.....
Incluso conozco a muchas mujeres separadas-divorciadas-viudas, que buscan a alguien que les dure más que el yogur caducado que les tocó como pareja en el pasado; quieren algo que no se corte y se agríe con el tiempo, algo que las haga volver a la juventud, que las llene por dentro....

¿Acaso no somos lo suficientemente fabulosas ? ¿No podemos llenar nuestras vidas con nosotras mismas?

Buscamos la aceptación y adoración en las relaciones sociales, queremos a nuestro alrededor a personas que nos quieran con nuestros defectos y virtudes, da igual si se trata de amigas o de hombres, solo queremos mirar a la otra persona a los ojos y vernos reflejadas como seres mitológicos, imposibles de ser en sí mismos..... Nos queremos ver preciosas, inteligentes, graciosas.... en fin, perfectas.

Incluso si nuestra vida va viento en popa y a toda vela, mar en calma y cielos despejados hasta donde alcanza la vista; necesitamos a alguien a nuestro lado para poder compartir toda esa buena energía, ¿no nos valen ya los buenos trabajos, las increíbles casas y las excelentes relaciones sociales?, ¿de verdad necesitamos alguien que (aparque su utilitario en nuestras vaginas) nos haga el amor todas las noches metafórica y literalmente?

Es triste decirlo y admitirlo, pero no nos sentimos completas si no tenemos esa sensación de {2} en nuestro corazón y también en nuestra cabeza.
Y mientras recorremos la ciudad montadas en nuestros fabulosos zapatos de punta a punta buscando ese zsa zsa zsu, lo pasamos realmente mal....
Necesitamos el consejo de amigas a altas horas de la madrugada para que nos ayuden a descifrar conversaciones cibernéticas, mensajes en el contestador o un hecho aislado que nos ha provocado dudas en el semental que nos tiene las feromonas alteradas.


Con estos (preciosos) ojitos he podido ver en una multitud de ocasiones para mi corta vida, a decenas de mujeres (grandiosas) llorar porque el "macho alpha" no las llama el día pactado o no aparece en el lugar y día acordados.

Con estos (maravillosos) oídos he tenido que pasar horas escuchando (incluso a mi misma) hablar de situaciones pasadas con algún tiparraco que nos ha molestado, irritado, cabreado,.....
Perdemos multitud horas al día, por no decir al año, en descifrar mensajes ocultos de los hombres hacía nosotras, porque ansiamos como el aire que respiramos que se convierta en el príncipe que nos acompañe al baile de nuestra vida, aunque tengamos que ir en una calabaza como lo tuvo que hacer Cenicienta (pobre princesita amargada).
Y no nos damos cuenta de que realmente el mejor complemento que una mujer tiene para aliñar la ensalada de su vida es ...... ella misma.


Así que, como conclusión de mi reflexión semanal, os digo chicas, voy a disfrutar de mi juventud, voy a tontear, ligar, (fornicar) hacer el amor y compartir mi vida con el mejor postor, el que mejor me trate y menos problemas me de con mi dermatólogo (por aquello del ceño fruncido). Me va a disfrutar y voy a dejar que me disfrute.
Y, mientras él no haga acto de presencia en la cuento de mi existencia, voy a montarme en mis tacones y a cabalgar por la ciudad con mis fabulosas amigas.

Como haré la semana que viene en una maravillosa fiesta a la que estoy invitada.

Ya os contaré que tal la experiencia american-pie (pero siempre con mucho glamour) española.